La incontinencia es una afección frecuente y a menudo embarazosa que afecta tanto a hombres como a mujeres de distintas edades. El término incontinencia se refiere a la pérdida involuntaria de orina o heces, que afecta a la vida diaria y al bienestar general de quienes la padecen.

La incontinencia se manifiesta de varias formas, cada una con sus características únicas. De igual manera, existen varios factores que contribuyen al desarrollo de la misma,  así como diversas estrategias que pueden ayudar a las personas a controlar y tratar la incontinencia, o incluso, en ciertos casos, prevenirla.

¿Cuáles son los tipos de incontinencia urinaria?

• Incontinencia de esfuerzo: Más común en las mujeres. La incontinencia de esfuerzo se produce cuando se intensifica la presión sobre la vejiga, lo que provoca pérdidas de orina durante actividades como toser, estornudar o realizar esfuerzos físicos.

• Muchas mujeres reportan tener este tipo de incontinencia durante y después del embarazo y se diferencia del fluido de la menstruación.

• Incontinencia de urgencia: Este tipo de incontinencia consiste en una fuerte y repentina necesidad de orinar, seguida de pérdidas involuntarias. Suele deberse a una vejiga hiperactiva, que provoca micciones frecuentes e incontrolables.

• Incontinencia por rebosamiento: Más frecuente en los hombres. La incontinencia por rebosamiento se debe a la incapacidad de vaciar completamente la vejiga, lo que provoca un goteo constante o un chorro débil de orina.

• Incontinencia funcional: La incontinencia funcional se produce cuando existen deficiencias físicas o cognitivas que impiden llegar al baño a tiempo. Los problemas de movilidad o el deterioro cognitivo pueden contribuir a este tipo de incontinencia. Esta es particularmente común en pacientes con demencia y afectaciones de la memoria, como el Alzheimer. 

• Incontinencia mixta: La incontinencia mixta se refiere a una combinación de dos o más tipos de incontinencia, lo que implica retos únicos que requieren enfoques de tratamiento personalizados de acuerdo con la combinación.

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¿Cuáles son las causas y qué factores de riesgo hay?

• Debilidad de los músculos del suelo pélvico: El debilitamiento de los músculos del suelo pélvico, a menudo causado por el envejecimiento, el parto, la obesidad o la cirugía, puede provocar incontinencia tanto en hombres como en mujeres.

• Cambios hormonales: En algunos casos, las mujeres que experimentan la menopausia pueden sufrir incontinencia debido a la disminución de los niveles de estrógeno, que puede afectar a la resistencia y elasticidad de las vías urinarias.

• Afecciones de la próstata: En el caso de los hombres, el agrandamiento de la próstata o una operación de la misma pueden obstruir el flujo normal de orina y provocar incontinencia urinaria.

• Trastornos neurológicos: Afecciones como la esclerosis múltiple, los accidentes cerebrovasculares o las lesiones de la médula espinal pueden interrumpir la comunicación entre el cerebro y la vejiga, provocando incontinencia.

• Factores relacionados con el estilo de vida: Hábitos como el consumo excesivo de cafeína o alcohol, el tabaquismo y las malas elecciones dietéticas pueden empeorar los síntomas de la incontinencia.

¿Cómo manejarlo o qué tratamientos hay?

• Modificaciones del estilo de vida: Hacer ejercicio con regularidad y evitar los irritantes de la vejiga pueden reducir significativamente los síntomas de incontinencia.

• Ejercicios del suelo pélvico: Fortalecer los músculos del suelo pélvico mediante ejercicios como los Kegel puede mejorar el control de la vejiga y aliviar los síntomas. En algunos casos, puede prevenir la incontinencia.

• Medicación: Dependiendo del tipo y la gravedad de la incontinencia, los profesionales sanitarios pueden recetar medicamentos como anticolinérgicos, alfabloqueantes o terapia hormonal sustitutiva.

• Dispositivos médicos: En determinados casos, los dispositivos médicos como los pesarios o las inserciones uretrales pueden ofrecer apoyo a la vejiga o bloquear las pérdidas de orina.

• Intervenciones quirúrgicas: Si otras opciones de tratamiento resultan ineficaces, puede considerarse la posibilidad de realizar procedimientos quirúrgicos como cabestrillos, esfínteres urinarios artificiales o suspensión del cuello de la vejiga.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Es fundamental que las personas que sufren incontinencia consulten a profesionales de la salud, como médicos, urólogos o enfermeras especializadas en incontinencia. Estos profesionales pueden realizar evaluaciones exhaustivas, proporcionar diagnósticos precisos y recomendar planes de tratamiento personalizados adaptados a las necesidades individuales.

La incontinencia es una afección común que afecta tanto a hombres como a mujeres, pero no debe impedir que las personas lleven una vida plena. Al conocer los distintos tipos, causas y opciones de tratamiento disponibles, las personas pueden tomar medidas proactivas para gestionar su incontinencia de forma eficaz.

Buscar ayuda profesional de profesionales de la salud es esencial para recibir diagnósticos precisos y planes de tratamiento personalizados. Con el apoyo y las estrategias de gestión adecuadas, las personas pueden recuperar el control de la función vesical y disfrutar de una mejor calidad de vida. Recuerda que no estás solo y que cuentas con el apoyo necesario para afrontar y superar los retos de la incontinencia.

Vive la incontinencia de forma cómoda con Somos Martina

Para vivir la incontinencia de manera más cómoda, es importante usar ropa que permita movimientos cómodos. Opta por prendas transpirables que no causen rozaduras ni irriten tu piel. También ten en cuenta una protección para todos los niveles de incontinencia, desde leve, moderada hasta severa.

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